Hace 31 años, el 16 de julio de 1992, el grupo terrorista Sendero Luminoso perpetró un ataque en la Calle Tarata del distrito de Miraflores en Lima, dejando un cochebomba con 400 kilos de dinamita.
Algo de lo que poco se habla es que horas previas al Atentado de Tarata, S.L. fue responsable de otros violentos ataques, uno contra las comisarías de San Gabriel, José Carlos Mariátegui y Nueva Esperanza en Villa María del Triunfo y además, contra la agencia del Banco Latino en la Victoria. El objetivo era disociar a los efectivos de la Policía.
Minutos previos
La noche del jueves 16, transcurría con normalidad hasta que terroristas dejaron abandonado un carro en las inmediaciones del Banco de Crédito. Según fuentes, dentro del PCP- S.L. (Partido Comunista del Perú- Sendero Luminoso), el punto real del ataque era el Banco de Crédito del Perú, ya que se buscaba atacar a las entidades financieras. Sin embargo, los agentes de seguridad del banco no le permitieron estacionar y no se pudo dejar el vehículo (que fue robado minutos antes) y así es que se decidió dejarlo en la Calle Tarata, calle contigua al banco. Otro detalle por revelar es que dejaron el vehículo en movimiento, es decir, sin ocupantes, en dirección hacia los edificios para que posteriormente explotara. Hay testimonios de vecinos de los edificios de Tarata que se dieron cuenta del vehículo, vieron humo saliendo de él, y notaron la posibilidad que sea un coche bomba, hasta pretendieron avisar a Serenazgo y a la Policía, pero no lo lograron. Se quedaron con el teléfono en sus manos.
A las 9:20 hrs, el cochebomba explotó.
Testimonio
Caso de la niña Vanesa Quiroga Carvajal, 12 años de edad, sobreviviente
“Estaba en una esquina del Jr. Tarata con mi mamá, que trabajaba de ambulante, cuando se escuchó una detonación sin embargo solo se rajaron las lunas luego llegó lo peor se vio una luz y se dejó sentir la segunda explosión todo se quebró, mi mamá gritó –coche bomba– y al instante me cargó y me alejó algunos metros. Recuerdo como la gente corría de un lado para otro, ensangrentada y gritando. Horrible. En eso le dije a mi mamá que me dolía la pierna. Fue entonces que ella dio un grito. Mi pierna no estaba había volado. Mi mamá corrió en busca de mi pierna para colocarla en su sitio pero no la encontró. Me llevaron al Hospital Casimiro Ulloa y meses después los Doctores me colocaron una prótesis, sabe ya no tengo pesadillas como antes, sin embargo a veces todas esas horrorosas imágenes aun dan vueltas en mi cabeza”
Este atentado es el que más terror causó en Lima, era la primera vez que atacaban una zona muy conocida y transitada, es una de las 37 bombas estalladas en Lima a mediados de 1992, afectó un radio de 300 metros a la redonda, dejó 25 fallecidos (incluidas 5 personas no identificadas), hubieron 360 familias afectadas y algunos quedaron ciegos y mutilados.